martes, 13 de febrero de 2024

La Lluvia

 La lluvia

Iniciaba suavemente el coro de las gotas de lluvia al llegar, sus notas aisladas aumentaban su frecuencia, no fueron muchos los pasos requeridos para que abusivas y en do sostenido la humedad cubriera mi ropa.

Entre al apartamento, entre a buscar una toalla, me seco el rostro, quite la camisa, seque las el agua de mi cuerpo, volví a ver mi cama y oh sorpresa, ahí estaba ella recostada de medio lado, dormida creó, una compañera de trabajo, la que me había pedido le ayudara con su tesis, como yo tenía una agenda complicada, le había dado mi dirección y la llave del departamento para que llegara a sabiendas de que yo llegaría unos 45 minutos luego y hacerla esperar afuera no me hacía gracia, la conocía de tiempo atrás y le tenía una confianza relativa, no más que un excelente compañerismo, la lluvia incrementó su fuerza los truenos animaban la sinfonía.

Y ahí estaba la con una confianza que rayaba en el abuso, pero me hizo gracia, como tenía frío, pero no me hacía gracia, ducharme en ese momento, me desnudé dejando solamente mi ropa interior y me metí en la cama, la verdad que esa lluvia intensa  daba un mensaje explícito métete a la cama.

Levemente, deje que mi mente divagaba para caer en un estado de sueño cálido, de pronto ella giró hacia mi lado, estiró su brazo sobre mi pecho y siguió durmiendo. Su frente quedó a la altura de mis labios, gire hacia ella y la abracé, sintió mi brazo sobre su cuerpo, abrió los ojos, suavemente, me miro; yo esperaba una mirada sorprendida y asustada, pero sus labios se abrieron y lo único que dijo fue que rica está la lluvia, se arrimó a mi rostro besó suavemente mis labios, yo devolví el beso mientras mi mente no entendía cómo había llegado a eso si entre nosotros únicamente había habido una relación estrictamente de compañerismo profesional.

Pero la lluvia invitaba al abrazo, a la caricia, el beso y quién soy yo para ir contra la lluvia, mi segundo beso fue más intenso, nuestras lenguas se examinaron, mientras sus manos me aproximaban más a ella, mis manos recorría su espalda, su cintura, sus caderas su trasero, ella sintió mi erección, retrocede

Se quitó su blusa, desabrocho su brasier y yo intervine acaricié un costado de su cuerpo el cual sin ropa lucia más espectacular, mis manos acariciaban tus senos, con suavidad, recorriendo el contorno con una lentitud y ansiedad, centímetro a centímetro hasta llegar a su pezon turgente, entre mis dedos apretando suavemente, pero con firmeza, mientras mis labios buscaron su hombro, para continuar por su cuello, hasta llegar a su oreja, muerdo tu lobulo, de pronto me empujas para quedar acostado boca arriba, subes sobre mi pelvis, muy cerca de mi pene erecto; inclinas tu torso y besas mi pecho, buscando mis pezones los cuales muerdes con una suavidad excitante, besas mi boca, introduces tu lengua, mientras mi pene siente la humedad de tu vagina y acepta la tibia invitación.

Se introduce palpitante en esa tibia y erótica humedad, tu bajas tu cadera, para que la penetración sea total, luego tus caderas bailan sobre las mías con mi pene disfrutando cada movimiento, yo me deleito mirando ese rostro con una mirada deliciosa y pervertida, el tiempo transcurre y la danza continua los murmullos se vuelven quejidos, los quejidos en gritos de placer, una oda a la pasión. Llega el momento donde siento como la palpitación de tu vagina recibe mi eyaculación fuerte, cálida, te dejas caer sobre mi cuerpo, nuestra respiración baja de frecuencia y así permanecemos un buen rato, hasta que con una pícara voz dices, va a ser una larga tesis pero muy buena.

ORBe 2024



martes, 14 de marzo de 2023

El tiempo no basta

 El tiempo no basta

Ha transcurrido una eternidad desde la última vez que la vi, la última vez que fue mía y fui suyo, después de aquello nos vimos una vez, almorzamos, conversamos y pasamos un rato ameno pero hasta ahí.

La situación para mí estaba clara, no más, no más ratos de pasión, no más sexo suave, sexo duro, no más conversaciones esotéricas en la tina, no más vino, acompañado de charla entretenida, no más la sensación de sentir mi pene profundo en su cuerpo mientras sostengo tu cabello, no más esa vista erótica que hoy cuando la recuerdo me provoca erecciones y una sonrisa cómplice.

Bajar del auto, abrir la puerta, ayudarla a salir y un beso suave, una apretada en el trasero, sentir a través de la tela que no llevabas ropa interior, anuncio sensual de lo que sigue.

Subes la escalera, yo detrás veo tu figura bamboleando y el deseo me consume.

Me siento en la cama, te atraigo hacia mí, bajo los tirantes tu vestido, para dejar tus pechos turgentes expuestos, los contemplo con una mirada ansiosa, los acaricio, los trato de abarcar, los apretó, siento entre las yemas de mis dedos tus pezones.

Mis labios los besan, abro mi boca, los succiono, apretó suavemente entre mis dientes los pezones y mi lengua gira sobre ellos, siento tu mano recorrer el camino hacia mi entrepierna y comprobar que mi pene está turgente y ansioso.

Termino de bajar tu vestido, quedas desnuda ante mi beso, ambos pechos, te halo y te acuesto, me quito la camisa y me abalanzó sobre ti, besando la geografía de tu cuerpo, recorriendo tu abdomen, besando tu pubis y besando tu sexo, mi lengua lame suavemente y otro beso.

Te enderezas, me bajas el pantalón, te ayudo, retiro mi ropa interior. Tu boca ansiosa, se abalanza sobre mi pene, lo besas, abres tus labios, lo introduces en tu boca, juegas con tu lengua. Tomo tu cabello y lo halo hacia mí para que no quede nada afuera, seguimos en ese movimiento, tus labios, tu boca recorren mi pene, escucho los ruidos, siento el delicioso calor de tu boca, apretó con más fuerza, luego una pausa y de nuevo apretó tu boca contra mí, nada que afuera, de pronto paro, te tiro de cabello hasta la cama te pongo de cuatro y busco tu vagina que está húmeda y dulce para clavar mi pene, no lentamente, nos suavemente, sino fuerte y profundo, halo con fuerza tu cabello y te empiezo a dar duro, rápido, apretó con mi mano libre tu nalga, te nalgueo y queda la marca roja de mi mano, eres mía, eres para mi placer, para mi gusto y no pararé hasta qué este satisfecho. Eyaculo mi semen caliente, paro me acuesto, tomo tu cabello y te llevo tu boca a mi pene para que limpies la última gota de placer.

Tengo pendientes contigo, quiero todo tu cuerpo, quiero tus manos, tu boca, tu vagina, tu culo, tu mente. 

Que no quede lugar, sin penetrar, sin besar, sin acariciar, quiero quedar exhausto de placer y repetir tantas veces como el cuerpo aguante, Que seas mía completamente, que seas para mi placer, para mi deseo más pervertido, para mi pasión más intensa, quiero que exhaustos reposemos tu cara sobre mi pecho

Por eso el tiempo no basta





sábado, 4 de junio de 2022

Microsoft Flight Simulator 2020, Honda Jet, coast to coast in Costa Rica

Microsoft Flight Simulator 2020, Honda Jet, coast to coast in Costa Rica

I fly in realistic mode, the Honda Jet seemed to me to be a very sensitive and delicate plane, with little margin for error, especially when it exceeds the maximum speed, I use a honeycomb bravo throttle the autopilot controls do not work for me, I have to use them on the screen , other controls do not behave as expected, but I guess updates will be coming soon, this jet is interesting for me because of its size, for short airports and more than reasonable speed

Costa Rica is a small country located in Central America, its continental territory has an area of ​​51,000 km², it is located in the middle of the two largest oceans on the planet, the Atlantic and the Pacific, in the narrowest part of the distance between both oceans is 119.82 km (74.45 mi), the country is crossed from Northwest to Southeast by a mountain chain whose highest peak is the Chirripó hill with an elevation of 3,821 m.

The Flight Departs from Limón International Airport (MRLM) on the Atlantic coast, ascends to overcome the central mountain range, crosses the central valley where the capital of Costa Rica, San Jose, is located, flies over Juan Santamaría International Airport (MROC), then begins a descent to reach the Daniel Oduber International Airport (MRLB) in the province of Guanacaste, on the Pacific coast.

I invite you to visit Costa Rica, a green country, with a lot of biodiversity and many microclimates, beaches, mountains, precious forests.

domingo, 24 de abril de 2022

La perversión: Vergüenza, Placer y Repugnancia.

 Nuestra sociedad nos crea reglas de convivencia para un “mejor vivir”, eso nos provoca conflictos en los cuales nuestra mente convierte esas reglas en una lucha entre el bien y el mal. Cuando simplemente es nuestros instintos básicos que reprimidos tratan de romper las cadenas de las pautas del mejor vivir.

Llego de visita un día cualquiera al dúplex que compartía con mi novia, un día como tantas veces había llegado anteriormente mi cuñada, aquella con la cual había compartido mis fantasías con mi novia, me excitaba lo prohibido al límite, si tener una relación extra pareja la sociedad lo tacha de infidelidad y lo reprocha, termina aceptándolo como algo normal; pero tener una relación consensuada con mi novia y mi cuñada entraba en conflicto directo con “El buen vivir”.

Aun así, muchas veces me imaginaba acostados desnudos los tres en la cama, una a cada lado, las dos con sus rostros recostados sobre mis hombros y sus manos, acariciando mi pecho, recorriendo lentamente suavemente el sendero pasando por mi plexo, siguiendo hasta mi ombligo, para ese entonces mi flácido pene empezaba a crecer lentamente y se le hacía una eternidad el esperar el momento en que ambas manos llegaran a acariciarlo. 

Esa eternidad de 15 segundos se cumplió, la mano, mi cuñada, abrazo mi pene suavemente, toco la humedad y acaricio suavemente, mientras mi novia empezaba a acariciar mis testículos, para entonces mi excitación estaba llegando a límites nuevos no explorados, viviendo aquella experiencia única, la imaginación deambulaba entre un laberinto erótico.

El movimiento de la mano de mi cuñada empezó rítmicamente a acariciar intensamente mi pene, beso mis labios, mi cuello, bajo el camino recorrido por la mano hasta poner sus labios cerrados en la punta de mi pene, abrió su boca saco su lengua la giro sobre la puna, y luego consumió lentamente mi falo erecto, una, dos, tres veces,  de pronto se endereza, encarama su cuerpo de cuclillas sobre mi pecho, abre sus piernas y arrima su vagina sin rasurar, pero con ese aroma provocativo del sexo a mi boca, yo  apreté su espalda y la arrimo a mi boca, doy un beso en el pubis, otro en los húmedos labios vaginales, la vista de sus pechos turgentes y sus pezones erectos hicieron que mis manos llegaran raudas a acariciarlos, con la yema de mis dedos pulgar e índice apreté suavemente los pezones mientras mi lengua se introducía acariciando sus labios vaginales, besando succionando, chupando y masajeando con mi lengua el clítoris, sintiendo esa humedad que crecía a cada instante.

De pronto en mi pene sentí los dulces labios de mi novia, acariciando y abarcándolo todo con un placer que no lo había visto antes. Estaba con una tormenta de sensaciones, mi cuñada rítmicamente movía su vagina sobre mi boca, yo apretaba sus pechos, mi novia succionaba mi pene.  De pronto mi novia subió su cuerpo sobre el mío, lentamente introdujo mi pene dentro de su vagina y moviendo sus caderas dando quejidos, inicio una danza que se volvió sinfonía de quejidos y placer erótico, el tiempo se hizo eterno y exploto en cadena eyacule con fuerza dentro de mi novia, mi rostro fue bañado por jugos eróticos de mi cuñada, la respiración se volvió lenta, rítmica descendiente.  Cayó mi cuñada a mi lado derecho, mi novia a la izquierda, sentí sus labios en mis mejillas y como luego reposaron su rostro sobre mi pecho.

Luego de un rato paso el descanso, las miradas cómplices de las hermanas transmitían deseo, las manos de ambas buscaron de nuevo mi pene, el cual heroicamente respondió de inmediato sin hacer rogar al cariño recibido, pero esta vez el orden cambio mi novia subió a mi rostro y mi cuñada se encaramó en mi pene y de nuevo como un ensayo con los mismos intérpretes, pero diferentes instrumentos la sinfonía de quejidos, caricias y placeres desbordaba mi mente.

La vagina depilada, de mi novia, era un contraste con mi cuñada, ambas tenían su encanto y me provocan demasiado placer, el sexo oral que mi pene disfrutaba de mi cuñada era diferente, sensaciones diferentes, una fiesta para la sensualidad de momento, igual que en la ocasión anterior mi cuñada cuando sintió que yo lo deseaba subió sobre mi cuerpo clavo, mi pende directo en su vagina, hasta el fondo, sin que nada quedase afuera, estaba lubricada con ese calor tibio, envolviendo de placer mi sexo.  Sus movimientos fueron lentes como quien se come algo que le gusta mucho. Una y otra vez estaba yo al punto de éxtasis cuando tres gritos profundos y agudos precedieron a una explosión a esos movimientos espasmódicos, prolongados y rápidos de un orgasmo sincronizado. 

Luego un merecido descanso, pero la noche todavía tenía mucho por recorrer y en la penumbra de la habitación se sentía la presión de que faltaba más, me enderece y disfrute la vista de las dos hermanas acostadas, hermosamente desnudas, parecidas y diferentes a la vez, acaricie a mi cuñada, subiendo por los pies, piernas, por sus muslos, hasta llegar a su vagina, con una caricia suave, un roce suspicaz, igual hice con mi novia, pero mi cuñada se enderezó, se puso de cuatro, me volvió a ver, de inmediato mi pene le dijo a mi cerebro que esperas, me incline bese sus nalgas y subí besando lentamente por su espalda, cuando llegue al cuello dos mordiscos suaves, ya mi pene está a la entrada de su vagina, empuje y entro suavemente, comenzó el vaivén rítmico, apretaba sus caderas, duro halándolas hacia mí, luego cuando arqueo su cuerpo tome su cabello, lo hale firmemente , pero suave, ella dijo sí, sí,  sí, sí, seguí, el movimiento de mí pende duro y turgente dentro de su dulce, húmeda y tibia vagina, mientras mi novia se enderezó extasiada, se acercó a mi espalda, beso mis hombros, se arrimó a mi oído y dijo suavemente lo estás disfrutando yo también, pero deja algo para mí. Luego vino la explosión de semen caliente dentro de la vagina ardiente, empuje su cuerpo de manera que quede tendida sobre ella con mi pene, todavía en su interior disfrute el momento, para luego desplomarse a su lado. 

Momento que aprovecho  sin pausa mi novia para acariciar mi pene y luego introducirlo dentro de su boda, urgiendo a que recuperase pronto su vigor, no fue mucho lo requerido, se tendió a mi lado, subí sobre ella, clave mi pene y empecé el movimiento al ritmo que sabía que le gustaba, pero esta vez dijo más, más duro, complaciendo aquella petición y al límite de mi fuerza continúe motivado por el placer que sentía, mi novia me atrajo hacia su cuerpo beso mi pezón, lo mordió suavemente clavo sus manos en mi espalda apretó fuerte y empezó a moverse, rápido como nunca lo había hecho, y no fue hasta que sentí ese pequeño espasmo que decidí eyacular porque como la conocía estaba conteniéndome. La  besé en la boca y me tendí a su lado. Ambas me abrazaron, reposaron su rostro sobre mi pecho y Morfeo nos llevó por sus senderos hasta que la aurora llego un poco más tarde de lo usual.



domingo, 20 de marzo de 2022

EL DESEO Y EL CASTIGO VIENEN JUNTOS

 EL DESEO Y EL CASTIGO VIENEN JUNTOS

Todo cambia, el cambio es el regente de la memoria, caminar por la arena viendo como el sol continuaba su camino hacia el lejano horizonte, ver tu cuerpo acariciado por los últimos rayos del astro rey, regresamos a la habitación, te preparaste para la ducha, pero la tentación entro a mis ojos, ver tu piel desnuda, tus pechos turgentes, provocaron el lascivo deseo de acariciar tu cuerpo; lo acercaste sabiendo mi intención, arrimaste tu cuerpo al mío, el calor aumentaba la pasión. 

Ver como el sudor sacaba ventaja y recorría lentamente el relieve de tu piel, me provoca una erección no disimulada, como la sonrisa lasciva de tus labios, cuáles presurosos se aproximaron a mi pene, lo besaron y consumieron profundamente, la humedad aumentaba, el deseo a punto de explotar; tomo tu hombro doy vuelta a tu cuerpo, ya tendida boca arriba dirijo mi mano derecha a tu vagina húmeda, introduzco mis dedos y siento ese calor y esa humedad vibrante que me transmite un placer rico, sabroso excitante; acerco mi boca a tu pezón turgente, muerdo suavemente con mis dientes y acaricio con mi lengua; mi mano izquierda introduce dos dedos en tu boca los cuales cuál como si fuese un pene son acariciados y succionados; el sol de la tarde que colaba entre las cortinas movidas por el viento fue el testigo de cómo mis caderas rítmicamente se movían sobre ti introduciendo mi pene una y otra vez recibiendo a la vez la danza de tus caderas que sincronizaban el ritmo con  las mías hasta que un impulso fuerte y profundo eyaculo mi semen, un abrazo un beso un suspiro, luego a la ducha.

La noche estaba fresca, la vista del mar desde la habitación marcaba un ambiente romántico y sensual, tu sonrisa refrescaba la conversación. Decidimos salir a cenar a al restaurante del hotel.

Llegada la noche con su cielo estrellado y la tenue luz del horizonte, el ruido de las olas al llegar al destino de la arena, la suave brisa, el encanto del ambiente preveía una noche especial que se había planeado con anterioridad y había fantaseado ese momento así, todo estaba dispuesto, se había escogido una habitación con un balcón donde esperaba que afrodita desplegara sus encantos, pero eso era para más tarde cuando el manto de la noche estuviese en su apogeo, según habíamos conversado, 

Mientras la buena charla y el buen sabor de la comida hacían de la cena el complemento ideal, dijiste que era ideal un vino para acicalar el ambiente, a mí me pareció adecuado y lo pedimos.

Entre charla, comida y copas, el efecto del vino, tal como vaco lo preveía, se hacía notar, tu conversación se volvió reclamo y ofensa, tu hermoso cuerpo invitaba a la caricia mientras del brazo del mesero te dirigías al baño porque no te sentías capaz de controlar tu paso.  Cuando volviste con díscola y a ratos ofensiva charla me preocupo un poco, me di cuenta de que esa noche mágica no llegaría, pedí la cuenta, me puse de pie, tome tu mano y abracé tu cintura para con un paso oscilante marchar hacia la habitación, como lamentaba esa situación porque tu cuerpo me invitaba a tomarlo, pero mi razón me decía que no debía abusar de tu cuerpo si tu conciencia no estaba presente. 

Llegamos a la habitación, te ayude a desvestirte, te acosté, contemple tu cuerpo desnudo y lo desee, sin embargo, te abrigue y caíste dormida. Fui al balcón, contemple el mar, respire el aire con ese aroma salado, cálido y fresco a la vez una contradicción sensorial como

la que ocurría en mi mente, entre el deseo y la razón, por el deseo de tenerte, pero, así como estabas, seria como estar con un juguete sexual e inerte.  Salí de la habitación, me dirigí a la piscina y disfrute de un cielo estrellado, durante algún tiempo en mi mente te colocaba en la baranda del balcón y yo detrás de ti, soltaba el lazo del vestido sobre tu cuello, bese tu hombro, mordí con suavidad y volví a besar, el vestido cayó y la silueta de tu cuerpo desnudo contra las palmeras y el mar invitaba a ser besada y recorrida, bese un hombro, luego el otro, empecé lentamente a bajar, besando y mordisqueando tu piel de diosa, tu respiración empezaba acelerase, me arrodille, y seguí mordiendo y besando tu cintura, tus caderas tus nalgas mientras mis manos recorrieron en ese descenso tus pechos turgentes y tus pezones acariciados primero, apretados después, para que luego mis dedos bajaran por tu cuerpo buscando tu sexo, acariciando los labios de tu vagina, mientras mi lengua se hacía camino entre tus nalgas. Tu complaciente inclinaste tu cuerpo de manera que tu culo me invito a recorrer con mi lengua, mientras mis dedos se introducen en tu vagina para ser bañados por el néctar del deseo abundante, mientras tus primeros quejidos complementaban la música de las olas, mi lengua quería entrar en cada uno de tus hoyos. Luego te diste vuelta, tu vagina dulce como ambrosía divina fue explorada por mis labios, para luego ser recorrida por mi lengua, ya tú quejidos competían con la sinfonía del mar. Mordí suavemente tu clítoris, dijiste yo quiero me enderezaste y probaste el sabor de tu sexo de mi boca, luego besaste mi cuello, mi pecho mientras descendías hacia mi pene erecto, duro y deseoso, no se hizo esperar tu boca ansiosa lo beso y la abrazo con un movimiento rítmico lo recorrías mientras apretaba tu cabello duro como sabía que te gustaba, luego te enderece, te bese, di vuelta a tu cuerpo incline tu torso hacia el frente, abrí tus piernas, acaricie tus nalgas con mi lubricado pene cuál encontró rápido su camino hacia tu vagina, entro suave, sentía tu humedad, de pronto con movimiento profundo, rítmico mientras agarraba tu cabello  hacia atrás, enderezando tu rostro al cielo estrellado, los embates de mi cuerpo contra el tuyo en un baile sensual y erótico nos llevaba al placer de pronto, te estremeciste, pegue mi cuerpo al tuyo y besé tu espalda.  Luego saque mi pene de tu vagina, subí un poco y lubricado como estaba intente introducirlo en tu culo apretado, hizo resistencia, te miré, pero no protestabas, respirabas, expectante, poco a poco

fue entrada en ese lugar desconocido y estrecho, moviste tu trasero hacia mí provocando que se clavara más en tu culo, empezamos el movimiento rítmico y tu quejidos fueron volviéndose más intensos, hasta que sentí mi semen salir caliente y llegar donde no había llegado antes. 

Toda esa escena ocurría en mi mente al lado de la piscina, me dirigí a la habitación, vi la cama y dormías profundamente, me metí a la ducha y luego me acosté a tu lado, me dormí enojado porque mi deseo se había consumado , pero dentro de mi mente mientras te pensaba hacía una hora al lado de la piscina y no en la realidad me dormí hasta que en la madrugada te despertaste te levantaste fuiste al baño, te lavase la boca y volviste a la cama.

Al rato te abrazaste a mí, lentamente tu mano baja a mi pene que sin resistir disfruto tus caricias, empuje tu cabeza hacia mi pene y sin resistir más bien con deseo lo consumiste, succionaste y cuando estuvo  turgente y deseoso te enderece acomode tu piernas a cada lado de mi cuerpo y acomodaste tu vagina sobre mi pene hasta que lo introdujiste dentro de ti, para empezar a moverte mientras me besabas luego te enderezaste y mis manos acariciaron tus pechos mientras tu pelvis, tu cintura, tu vagina subía y bajaba con un ritmo lento primero y frenético después hasta que de pronto sentí como tu humedad intensa se unió con mi semen, respirábamos ambos agitados me desmontaste y te acostaste a mi lado y así caímos ambos en los brazos de Morfeo.

Al día siguiente, entre la satisfacción y éll vació, mi mente llena de realidades y fantasías.